lunes, 19 de diciembre de 2011

Andaluces de Jaén

...¡Cuántos siglos de aceituna,

los pies y las manos presos,

sol a sol y luna a luna,

pesan sobre vuestros huesos!

Andaluces de Jaén,

aceituneros altivos,

pregunta mi alma: ¿de quién,

de quién son estos olivos?

Jaén, levántate brava

sobre tus piedras lunares,

no vayas a ser esclava

con todos tus olivares.

Dentro de la claridad

del aceite y sus aromas,

indican tu libertad

la libertad de tus lomas.



Miguel Hernández




Homenaje a mis aceituneros de Jaén, que no hay Diciembre que se libren de varear. Ni Diciembre que nos permita alargar las cañas. Ni Diciembre frío que no tenga un pan con aceite recién exprimido debajo de un brasero.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Fun Fun Fun


Canción de Navidad, Silvio Rodriguez: http://www.youtube.com/watch?v=9-wLFgsu67A

No hace falta comprar cosas para probar que amas a tu familia.
No hace falta que des más limosnas para creerte mejor persona.
No hace falta crear propósitos que sabes que no vas a cumplir.
No hace falta comer 10 veces más de lo normal cuando hay gente muriendo de hambre.
No hace falta que vayas a cenar con tu jefe aunque desearías que se atragantase.
De verdad, que no hace falta.




jueves, 3 de noviembre de 2011

Apuntes hormonados




Hoy me he acercado unos dos pupitres a ti.
Siempre te sientas en las primeras filas
y yo siempre atrás,
pues sigo conservando la rebeldía escolar
de los que se colocan más lejos del profesor
para hacer sus fechorías.
Eso o que directamente me he dejado en casa
las ganas de relacionarme y me siento atrás,
sola,
esperando por si un día llegas tarde,
o te quitan el sitio y puedes ponerte a mi lado.
Entre teorías numéricas y fórmulas imposibles,
que llaman poco mi atención,
dejo abierta la puerta de mis fantasías
y las dejo que se esparzan por clase.
Imagino que me imaginas.
De reojo, veo que te giras hacia mí,
siempre cautelosa de que no te des cuenta
que estoy más atenta a ti que al catedrático.
Siento tus ojos posados en mi.
Ya sabes que existo, es más,
tu mirada es cálida, noble y sonríe sin necesidad
de que muevas los labios.
Imagino tu letra escrita.
Enlazo los apuntes de mis hojas con dibujos
del perfil de tu cara.
Mientras tanto tú ignorante,
y yo con una sensación extraña pero contenta
de haber cambiado hoy mi clase de estadística aplicada
por un estudio exhaustivo de tus manos,
tu cara y tu espalda.
Conforme de poder desearte desde lejos,
y a sabiendas que al final de la clase
me habré olvidado de ti
y durante el camino a casa
ya me habré enamorado de otro alguien,
en algún otro aburrido momento,
en algún otro vagón de metro.

Foto: Estación de Metro de Amsterdam

martes, 13 de septiembre de 2011

Y ahora cojo y lo publico


Me llena de orgullo y satisfacción aceptar que la cagué,
ya no salen coloretes en las mejillas de pensar que las cosas duelen,
ni de salir de detras del burladero para torear como se puedan las debilidades.
Tras coger al tío del saco y meterle flores de colores en el macuto
di cuenta que solo no se está tan bien.
Y que tomar como filosofía la lucha de imposibles
es como abrazar rosales.
Con un idioma extraño pero a la vez hermoso.
Tu en tu ceguera y yo en ti. Así fue.
Tu en tu frustración y yo en Bastet, en las pasiones y en la pequeña puerta que se abre a lo bueno. Así es.


Mis pies van por buen camino, mi camino.

martes, 12 de julio de 2011

...+


Encantado, Alamedadosoulna: http://www.youtube.com/watch?v=t15LDh0BTyI

Voy a coger a mi capacidad de disfrute
y le voy a echar el polvo de su vida.
Voy a asfaltar la distancia que nos separa
de nubes de algodón.
Voy a pintarle narices rojas a los hombres grises
para que le hagan reir.
Le voy a enseñar la danza de los no muertos,
que pocos vivos saben bailar.
Voy a llevarle al laberinto de espejos que hay en mi cabeza
y la subiré a hombros para descubrir la salida.
Voy a cambiar el sitio de sus pequeñas cosas
a mi estantería de trofeos.
Vamos a coger puñados de palabras y las vamos a tirar al viento.
Vamos a pedir deseos a cada mosquito que se cruce fugaz
por las farolas encendidas.
Vamos a subir a los tejados
a buscar constelaciones entre las pecas de su cara.






Brindaremos por la vida.


viernes, 1 de julio de 2011

LOS PAPALAGI



"... Pero los Papalagi piensan tanto, porque para ellos el pensar se ha convertido en un hábito, una necesidad y una carencia. Tienen que continuar pensando. Sólo después de muchas dificultades logran realmente no pensar y, en vez de esto, viven de una vez con su cuerpo entero. A menudo viven únicamente con sus cabezas, mientras el resto de sus cuerpos está profundamente dormido, aunque caminen, hablen, coman y rían mientras tanto. Crear pensamientos (el fruto de pensar) le mantiene esclavizado, intoxicado por sus propias reflexiones.Cuando el sol está brillando, él piensa todo el tiempo cuán bellamente brilla.Pero cuando el sol brilla es mejor no pensar absolutamente nada.Un hombre sabio extendería sus miembros a la cálida luz y no produciría ni un pensamiento mientras tanto. Él no absorvería únicamente el sol en su cabeza, sino también con sus manos y pies, su estómago, sus tobillos y todos sus miembros..."


"... Cuantas más cosas necesitas, mejor europeo eres. Por esto las manos de los Papalagi nunca están quietas, siempre hacen cosas. Ésta es la razón por la que los rostros de la gente blanca parecen a menudo cansados y tristes y la causa de que pocos de ellos puedan hallar un momento para mirar las cosas del Gran Espíritu o jugar en la plaza del pueblo, componer canciones felices o danzar en la luz de una fiesta y obtener placer de sus cuerpos saludables, como es posible para todos nosotros (Muy a menudo, los samoanos van a jugar y bailar juntos)."





"...Los Papalagi adoran el metal redondo y el papel tosco; les da mucho placer poner los zumos del fruto muerto y la carne de los cerdos, bueyes y otros animales horribles dentro de sus estómagos. Pero también sienten pasión por algo que no podéis comprender, pero que a pesar de esto existe: el tiempo. Lo toman muy en serio y cuentan toda clase de tonterías sobre él. Aunque nunca habrá más tiempo entre el amanecer y el ocaso, esto no es suficiente para ellos.


"...Mencionará miles de cosas que se llevan su tiempo. Malhumorado y farfullando soporta un trabajo que no siente ganas de realizar, que no le da ningún placer y al que nadie más que él mismo le obliga. Y cuando, repentinamente, descubre que en verdad tiene tiempo o cuando otros se lo dan -los Papalagi se dan a menudo unos a otros tiempo y ningún regalo es más preciado que ése- entonces descubre que no sabe qué hacer durante ese tiempo en particular, o que está demasiado cansado de su trabajo, sin alegría. Y siempre está determinado a hacer esas cosas mañana, porque hoy no tiene tiempo."


“... Como los cuerpos de las mujeres y muchachas están siempre cubiertos, vive dentro de los hombres el profundo deseo de ver su carne. Algo que uno puede muy bien imaginar. Tienen eso en su mente día y noche, y hablan mucho del cuerpo femenino de tal modo que vosotros [los samoanos] pensaríais cómo una cosa tan bella y natural puede ser pecado y debe esconderse en la oscuridad. Sólo si empezaran a enseñar esa carne podrían centrar su atención en otras cosas y sus ojos cesarían de murmurar palabras sucias cuando pasa una chica.”





LOS PAPALAGI-


http://es.wikipedia.org/wiki/Los_Papalagi


http://papalagi.atspace.com/spain/indexs.htm

lunes, 13 de junio de 2011

Stop


- ¿Nunca has parado el mundo?
- ¿Qué es para el mundo?
- Parar el mundo es decidir conscientemente que vas a salir de él para mejorarte y mejorarlo. Para poder moverte y moverlo mejor. En ese tiempo debes intentar que nadie ni nada te cree problemas. Alimentarte de buena literatura, de buen cine y, sobre todo, de la conversación de una única persona que te inspire en este mundo. ¿Y sabes qué...?
- ¿Qué? - dije emocionada y fascinada.
- Luego el mundo te premia. El universo conspira a favor de los que lo mueven. Y ésos son los que lo paran. ¿Tú quieres mover el mundo o que te mueva?
- Moverlo -dije con seguridad- ¡Moverlo!.
Él se unió a mí y comenzó a gritar conmigo: “Moverlo, moverlo”.
Y todo lo que lo moveríamos...Parándolo...



Texto: Albert Espinosa, Si tu me dices ver lo dejo todo...pero dime ven
Imagen: Mural pintado por todos y por todas en la Plaza de Sol, durante la acampada de protesta.

viernes, 10 de junio de 2011

Abre los ojos


"Cada ser humano es una enorme fuente de energía. Podemos llegar a producir a lo largo de nuestra vida la misma energía que una central nuclear. La cuestión es, a dónde encaminar esa energía. Puedes consumirla haciendo cosas que no te gustan, puedes llenarte de cosas que no te llenan, o en cambio puedes agarrarte a tu vida y dedicar toda esa energía únicamente a encontrar satisfacciones. No lo que los demás dicen que da satisfacción, sino mirar dentro de ti y encontrar cosas que realmente van a llenar tu vida. Tenemos energía de sobra para conseguir todo lo que queramos hacer en esta, nuestra corta existencia...aprovéchala! No la malgastes!"
(Darío, un hippie de la vida al que ayer me encontré mientras curraba en un trabajo de mierda y poco productivo. Hoy he dejado el curro.)

domingo, 29 de mayo de 2011

Parada


Ludovido Einaudi - Primavera: http://www.youtube.com/watch?v=IYCL8ONwH5M

Reparé en aquel chico de sudadera Vespa y unos cascos enormes que le servían a su vez de orejeras. Pelo enrizado, talla delgada y nuez sobresaliente. Con una actitud de ser el único digno de esperar en la parada con las manos metidas en los bolsillos, y un gesto insípido, seguramente en consonancia a la música de sus cascos.
Levantó su mano cuando vio acercarse su autobús.
De repente alguien corrió detrás para subirse al mismo, y sin darse cuenta chocó torpemente con él, disculpándose al segundo.
El chico de la sudadera Vespa resopló.
No le bastaba con haber estado esperando un buen rato en el frío sino que ahora tenía que soportar que alguien le explotara la burbuja de su espacio vital.
Y entonces fue cuando lo vi.
Aquel otro chico despistado se sentó enfrente mía. Preso de la prisa, escogió el primer sitio libre que encontró. Sus movimientos eran diferentes, agarraba las barras del autobús fuertemente. Encogí mis rodillas con el afán de ayudarle a recolocarse en su asiento, y fue cuando me paré a observarle fijamente.



Tenía los ojos celestes, claros, limpios y grandes. Me eclipsé y sentí vergüenza de pensar que podía ser descubierta por su portador. Era la mirada más bella y la vez más triste que jamás había visto. Me invadió su pena y mi mirada debió disfrazarse de la suya.
Yo le miraba a él y él no miraba a nada.
Entonces fue cuando comprendí que eso ojos nunca se habían visto.
Que no podían comprender su belleza ni la del mundo que le rodeaba,
y así fue como comencé a mirar por él.

Imagen: Rumbo181

sábado, 28 de mayo de 2011

Busco



Asustar a la sombra.

Querer anestesiarte.
Los 15 primeros segundos del día.
Loco paciente.
Rebusco palabras inventadas.
El olor a revolución por las mañanas.
Levitar sin lastres.
En Google qué hago con mi vida.
El estallido entre mis piernas.





sábado, 7 de mayo de 2011

Más noches más


- No tengo sueño, cuéntame un cuento. - dijo ella. Era la primera vez en mucho tiempo que no podía dormir de la alegría.
- Yo sí que tengo sueño, así que cuéntatelo tú. - contesté con mis ojos en la tercera fase del sueño.
- Érase una vez una niña, que estaba muy enferma. Necesitaba un trasplante urgente. Un día le llamaron a su casa y le dijeron que tenía que marchar al hospital para ser operada. Sus padres y ella salieron corriendo para allá y la niña fue ingresada. Cuando la metieron al quirófano, la niña dejó de estar asustada, pues el quirófano tenía todas las paredes pintadas de vivos colores. Los médicos y enfermeros tenían en vez de máscaras y gorros, alegres narices rojas y sombreros de punta. Los utensilios de la operación no estaban afilados y tenían las puntas acabadas con bonitas figuras. Ella se sentía feliz y en paz. Le gustaba ese sitio. El médico le decía con voz suave que todo iba a salir bien y ella no podía parar de sonreír. Un enfermero con sumo tacto le colocaba una mascarilla y juntos contarían hasta diez...
Uno...dos...tresss...cua..cuatro...cinco...seeis..sie...

Has vuelto, y no podría estar más contenta por ello.



jueves, 24 de marzo de 2011

Amor líquido

Últimamente (y no tan últimamente) no paro de darle vueltas a los tipos de relaciones que se tienen hoy en día en esta sociedad de consumo, entonces fue cuando oí hablar del término "Amor Líquido" del sociólogo Zygmunt Bauman que analiza la relación directa entre la sociedad de consumo y las relaciones personales, y dice que, hoy en día, las personas se ven más que como personas como bienes de consumo, siendo valoradas a partir del placer que puedan otorgar. Una sentencia dura, mas (a mi buen ver) real. Se prefieren las relaciones superficiales, líquidas, que proporcionan placeres efímeros, bien en forma de sexo o de unas risas después de comer a relaciones más estables, más profundas, relaciones que pueden proporcionar los mayores éxtasis de felicidad, mas también momentos de tristeza y preocupación. Y, como bienes de consumo que somos las personas (me incluyo en el bote) no hay ningún problema en cogernos y tirarnos a la basura cuando ya no funcionamos. Viéndolo de una manera simplista, soy una mopa. Sirvo (tanto yo como cualquiera) para limpiar el polvo que se asoma por entre las rendijas de las estanterías, pero para poco más. Cuando ya estoy demasiado sucia, se me tira. Y, desde luego, nadie se preocupa por limpiar mi superficie, pero tampoco su propia profundidad. Porque esas estanterías siguen teniendo polvo, aunque ese polvo no se vea. O en otro caso ser una tele, que te encanta ver y te entretiene muchísimo, a veces (sobre todo los domingos por la tarde) la programación puede resultar aburrida, pero luego tiene sus momentos de audiencia máxima y programas de éxito, vaya, como todas las teles y aunque funcione a las mil maravillas, ahora sale un nuevo modelo...más plano, con LCD y cable HDMI y te lo acabas comprando, porque te dicen que es lo mejor aunque tu antiguo televisor te funciones como antes.
Consumistas...es lo que somos.

martes, 8 de marzo de 2011

Amarillo


Hoy la luna menguada se ríe de mí,
rachas de suerte mullidas,
ladridos de perro sordo,
oídos disecados.
Fachadas que maravillan
colores verdosos, naranja y amarillo
y que no puedes apartar la vista de ellos,
quisieras instalarte en sus entrañas para siempre.
Aunque la casa esté en construcción,
hubieras podido
doblar rejas de acero, protegiendo así el paso de bohemios pendencieros,
hacer crecer una flor en el asfalto,
hablar el idioma de los felinos callejeros,
amueblarla con delicadas caricias
y calentarla con los huesos calados
hasta convertir el humo de cigarro en notas dulces que inviten el despertar.
La impaciencia se ríe de ti
cuando te ve sentado en una silla de mimbre,
en el umbral, flaco y despeinado, esperando,
durante las cuatro estaciones,
día y noche.
Pajas tristes e historias de sapos y culebras,
que al contarlas repetidas veces mejoran su color.
Me siento triste por ti.
Injusto y cruel castigo el olvido
por haber arriesgado tanto a cruzar la línea
que separa los que envidian sentir de los que sienten.
Los ceros no son nada sin el uno,
las ilusiones no fueron más que un amigo traicionero,
la rabia nunca se agota
y entender se vuelve una palabra torcida y retorcida.
Los consejos te chillan que necesitas tiempo
pero las agujas de todos tus relojes se pararon marcando la hora del desdén.



Buen amigo, oreja y hombro te cedo, pues mucho más no tengo para restaurar la pequeña puerta arañada y astillada de la que conservas la llave que todos quieren y temen.




miércoles, 23 de febrero de 2011

7 días de domingo



A veces me gustaría que no existiera nadie en el mundo, nadie más que yo.
Entonces sería cuando empezase a pensar cabalmente.
Porque es un sin sentido intentar buscarle sentido a todo y porque controlar todo sólo lleva al descontrol.


Imagen: Jesús Gutierrez

lunes, 21 de febrero de 2011

Pinceladas

Canción para animar un triste día:

Cuando más triste estoy,
es cuando escribo.
Cuando más callo,
es cuando más tengo que decir.
Cuando más perfecta,
es cuando me miras después de hacer el amor.
Cuando más sola,
cuando te largas del colchón.
Cuando más tonta,
cuando no dije lo que pensaba.
Cuando más vacía,
cuando escucho a mis complejos.
Cuando más feliz estoy,
es cuando estoy con vosotros.
Cuando más nerviosa me pongo,
es cuanto te digo tonterías y finjo que bostezo.
Cuando más grande me siento,
es cuando consigo algo difícil.
Cuando más cerca me siento,
es cuando me alejo para conocer sitios nuevos.
Cuando más eufórica,
es cuando levanto los brazos y grito para cantar.
Cuando más protegida,
es cuando distingo el olor de tu ropa, madre.
Cuando más llena me siento,
es cuando consigo sacarte una sonrisa.




Cuando más viva,
es cuando dejo pensar y vivo.


viernes, 28 de enero de 2011

Sueños que olvidas al despertar

Zahara - (Chico Fabuloso):

Yo jugaba con la espuma de baño,
mientras tu te frotabas la piel porque te sentías sucio.
Yo te regalaba semillas de exóticas flores
y tú les hablabas poseído por Nietzsche
pero te olvidabas de regar la tierra.
Subimos a lo más alto para contemplar juntos lo que había bajo nuestros pies,
y desde aquel acantilado sólo se veía espesa niebla.
Como si aquel día fuera presagio de nuestro futuro tan incierto.
Falacias y más falacias.
Y lo nuestro pasó, como pasó el invierno.
Y mientras yo buscaba el lado que más me pesaba de la balanza,
tú actuabas.
Y todo por primera vez caía por su propio peso.
La burbuja explotó.
72 horas de luto bastaron y al tercer día resucité entre los puercos.
No hubo más dolor, la culpa desapareció, sólo quedaron recuerdos agridulces
y un país sin ganas de redescubrir.




domingo, 23 de enero de 2011

Los recuerdos son maravillosos si no tienes que afrontar el pasado.

Where did you sleep last night:

Yo suelo sentirme como un bicho raro, no soy capaz de pasar de una cosa a otra así, sin más.
La mayoría de personas, cuando tienen una aventura o una relación larga y rompen, la olvidan. Pasan a otra cosa y olvidan como si nada hubiera pasado.

Yo jamás he olvidado a alguien con quien he compartido algo, porque cada persona tiene sus cualidades propias. No se puede reemplazar a nadie, lo que se pierde se pierde.
Cada vez que he acabado una relación me afecta muchísimo, jamás me recupero del todo. Por eso pongo mucho cuidado en las relaciones, porque me duelen demasiado. ¡Aunque sea un rollo de una noche! No suelo tenerlos porque echaría de menos las cualidades propias de esa persona.


Necesito los pequeños detalles, son el reflejo de cada uno de nosotros. Es lo que echo de menos constantemente. Por eso no se puede reemplazar a nadie, porque todos estamos hechos de pequeños y preciosos detalles.

Texto: Antes del atardecer

martes, 18 de enero de 2011

Instantes

Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.

Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.


(poema atribuido a Jorge Luis Borges)


jueves, 6 de enero de 2011

Con erre de cambio


Frío como un hielo deseando deshacerse en llamas.
Y el no se qué me vuelve loco y busco en el rincón de los imposibles, quizás por gusto, quizás por ser amante de causas perdidas.
Y el tiempo pasa y me agota, como se agotan los soles de invierno que dan permiso para salir a la luna antes y encerrarse más tarde.
Y espero...y desespero.
Entonces busco, y encuentro sucedáneos que llenan el hueco del sexo sin amor.
Más mi libertad siempre corrió más que mis miedos y ella lleva los pantalones.
No quiere perderse los sabores que le ofrece lo desconocido.
Lo prueba,
le gusta,
disfruta lo dulce y escupe lo amargo.
Verdugo de su propia elección, pues siempre estuvo harto del victimismo de su vacío.
El mirar atrás le provoca una tonta sonrisa, y entonces vuelve a girarse al frente y encuentra belleza a la niebla que no permite observar por donde camina.
Quizás pise mierdas, quizás encuentre monedas, quizás olvide de atarse los cordones y tropiece con ellos o quizás alguien le ponga zancadillas y caiga de boca, quizás se descalce y camine por arena fina o quizás los zapatos se desgasten de andar por duras rocas...


Lo que nadie nos avisó es que desear y el tiempo nunca fueron grandes amigos.