jueves, 11 de noviembre de 2010

Magyar

10/02/2010, resaca del éxtasis, Budapest.

Círculo vicioso, el que existe en mi cuando digo que no quiero tener miedo y el miedo es el que me hace no decir lo que existe.
Dicen que las paredes hablan, también escuchan y recuerdan...las de este piso estarán de acuerdo que no hemos tenido tiempo, que todo ha pasado en tres días...uno en el que el sol apareció mezclado en un vaso de whisky y se fue dejando dulces resacas y calor en la noche de lenguajes universales, el segundo dejó mis zapatos enterrados entre montones de nieve, mis pies se congelaban mientras el resto de mi cuerpo ardía conectado a una gran fuente de energía que me alejaba del resto del mundo entre sábanas ásperas y un gran pañuelo colgado. No existe temperatura, no siento calor ni siento frío...no me hacen falta ropas si solo apoyas tu brazo en el mio. El tercer día fue muy oscuro...solo había niebla delante de mí, aunque todo el mundo pensaba que eran días radiantes. No lo eran. La gente mira raro, soy una completa extraña para el resto...para todos, para mí. ¿Cual era mi sito? Cuando siempre has pensado que no tienes ninguno y te encuentras dividida en dos. Ese día trajo tormenta de pensamientos,sed en mis ojos y chichones en el corazón,..
Necesitaba que amaneciera un día nuevo...sólo un día más. No importaba dónde, cuando, ni con quién. Sólo un día en el que no existiera temor a que termine, a encontrarle el lado dulce a lo amargo, a recordar sin doler, ...
Soledad. Preferimos incluso sentir miedo que sentir soledad. Nadie escribe cuentos para que nadie los lea, nadie pinta un cuadro de alguien si no es algo para recordar, nadie escribe una canción si no hubo otro alguien que se la inspirara. Necesitaba ese día, te necesitaba.

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